miércoles, noviembre 28, 2012

 

Training Force

En estos momentos estoy diseñando un curso de formador de tutores de FCT en centros sanitarios. Estoy poniéndome al día en diseño de materiales formativos. Ya os contaré...


jueves, octubre 25, 2012

 

Formacion 2.0

Esta semana he estado siguiendo un curso de gestión del conocimiento y me ha hecho retomar mis "abandonados" blogs. Hasta ahora he querido aportar contenidos a Internet, pero no he podido entrar "en el circulo" y me conformaba con ser pasivo. A partir de ahora intentaré actualizarme e interaccionar con la red, acepto sugerencias...

lunes, marzo 15, 2010

 

Nuevas funciones sociales de la docencia

El colectivo que forman los profesores y profesoras de primaria, secundaria y universidad constituye un componente esencial del sistema educativo, del que surge y donde se configura como su agente más estable, por su permanencia a lo largo de toda una vida: la carrera docente.

Pero su importancia no es sólo temporal, ya que, además de su estabilidad, el ejercicio profesional representa un papel protagonista: tanto en la organización escolar, donde el profesorado ocupa los puestos directivos y tiene un peso corporativo decisivo en la gestión de los centros, como en la relación educativa, en la que tiene el papel dinamizador del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Protagonismo en la organización escolar

El papel protagonista del profesorado en la gestión de los centros escolares se debe a que son los profesores quienes desempeñan los diferentes cargos unipersonales de gestión, especialmente en aquellos centros sostenidos por fondos públicos.

El papel del profesorado es igualmente central en los órganos colegiados, tanto en el claustro de los profesores como en los diferentes organismos de gestión democrática. Esta situación protagonista en la organización escolar, que puede ser entendida como el reconocimiento legal de su preparación y dedicación profesional, dota al profesorado de una serie de instrumentos administrativos y de recursos organizativos que sustentan y facilitan su función docente.

Protagonismo en la interacción educativa

El poder del profesor se hace sentir de manera protagonista en la relación pedagógica; bien sea como actividad de imposición e inculcación del arbitrario cultural, en las pedagogías visibles o pasiva; o bien a partir de la posición de ventaja que posee en la negociación de la transmisión cultural en las pedagogías invisibles o activas. Las expectativas que el profesorado tiene sobre el alumnado incide significativamente sobre su rendimiento escolar.

Rosenthal y Jacobson (1969) dicen que si un profesor considera que un alumno/a puede ir bien, irá bien. Cada profesor transmite a cada alumno sus expectativas mediante una serie de actitudes, valoraciones o expresiones verbales o corporales positivas.

Rist (1990) estudia como las etiquetas que los profesores ponen a los alumnos produce unas reacciones del profesor/a que tienen influencia en los resultados de los alumnos/as.

Protagonismo en las funciones de selección y clasificación de los estudiantes

El docente puede realizar, voluntariamente o sin que sea plenamente consciente, una diferenciación en el alumnado, es decir, el proceso de separación y ordenación de los alumnos mediante la aplicación del sistema de valores normativos y académicamente orientados de la institución escolar.

Para ello utilizarán dos escalas:
Asimismo y como resultado de la diferenciación realizada por el profesorado puede tener lugar la polarización, que es el proceso por el que los alumnos/as se agrupan en torno a formas de resistencia a la cultura dominante de la escuela, como alternativas subculturales.

Las funciones del profesorado en la ley orgánica de educación de 2005

Las funciones del profesorado son las siguientes:
a) La enseñanza de las áreas, materias y módulos que tengan encomendados.
b) La evaluación del proceso de aprendizaje de los alumnos, así como la evaluación de los procesos de enseñanza.
c) La tutoría de los alumnos/as, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias.
d) La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración con los servicios o departamentos especializados.
e) La atención al desarrollo afectivo, social y moral de los alumnos.
f) La organización y participación en las actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas por los centros.
g) La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática.
h) La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean encomendadas.
i) La participación en la actividad general del centro.
j) La participación en los planes de evaluación que se determinen por las Administraciones educativas.
k) La investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente.

Además, las funciones expresadas en el apartado anterior se realizarán bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo.

 

Sobre la feminización docente

Un rasgo peculiar del profesorado como grupo de estatus es la feminización, en una primera aproximación, el proceso por el que la mujer se ha ido incorporando a la docencia, hasta sobrepasar en número al hombre (superioridad aritmética).

Cuando se habla de grupo de estatus se hace alusión a “tipos ideales que se constituyen como unidades básicas de la Sociedad, mediante la integración de todas las personas que comparten un sentimiento de igualdad de estatus social, basado en la participación en una cultura común: estilos de lenguaje, gustos en el vestir y en la decoración, modales y otras prácticas rituales, temas y estilos de conversación, opinión y valores, y preferencias deportivas, artísticas y de medios informativos” (Collins, 1986: p.134).

En una segunda lectura de lo que supone es proceso de feminización muestra cómo esa superioridad aritmética femenina se ve contrarrestada por su inferioridad geométrica: son más las mujeres profesoras, pero ocupan las posiciones inferiores del sistema educativo; existen más profesoras que profesores, pero de forma mayoritaria en la enseñanza infantil y primaria, su presencia es menor en la enseñanza secundaria y en la universidad. Las consecuencias objetivas de esa desigual distribución aritmética por género van más allá del mayor o menor prestigio que tengan los ciclos en sí, y se observan en la intensificación en el trabajo, el salario promedio y el poder.

Por el lado laboral, el que las profesoras estén en mayor número en las etapa de infantil, significan que son, en mayor medida, profesoras encargadas de cursos completos, con lo que su trabajo es más intenso, con menos interrupciones y descansos. Igualmente, deben asumir en mayor medida las pedagogías invisibles propias de las primeras edades escolares que implican también una mayor intensidad en el trabajo (mayor ycontinua atención, ritmos continuados, etc.).

Por el lado económico y estadísticamente hablando, la mujer profesora tiene sueldos promedio inferiores al profesor, ya que los salarios son más altos en los ciclos con mayor presencia de profesores y es mayor el porcentaje de mujeres con periodos largos de excedencias que solicitan para tener y criar a sus hijos o atender a la familia, con la consiguiente reducción en el componente de antigüedad en la nómina. Las diferencias también se dan en la participación en los cargos unipersonales y colectivos de gestión de los centros.

El proceso de feminización se inserta en una serie de dinámicas sociales, como el acceso de la mujer a la enseñanza, la edad de ingreso en el sistema educativo, el nivel económico del país y los factores demográficos como las tasas de natalidad y de mortalidad infantil.

Por otro lado, la tesis largamente sostenida de que el proceso de feminización va unido a la desprofesionalización de una ocupación, a la que llega la mano de obra femenina como más barata, no cuenta con suficiente evidencia, puesto que si algo ha hecho la enseñanza desde sus comienzos ha sido profesionalizarse y ganar salarialmente hablando, mientras el proceso de feminización no ha dejado de crecer.

La enseñanza ha sido el sector que ha posibilitado a la mujer entrar en el mercado de trabajo. La incorporación a la docencia ha sido la llave que la mujer ha utilizado para salir del ámbito doméstico en que la recluía el modelo de familia patriarcal, a partir de la vía que le ha facilitado una determinada concepción de la docencia.

Carolyn Steedman (1986) apunta que los comienzos de la feminización tuvieron lugar en la enseñanza primaria y en el marco de la pedagogía natural procedente de Rousseau, Pestalozzi y Froebel, para quienes amor y educación eran conceptos centrales, al extenderse la pedagogía del cariño, atributo de las mujeres, frente a la rígida y atemorizante autoridad de los hombres. De esa manera, las mujeres empezaron a ser caracterizadas como “madres concienciadas” y reclutadas como profesoras por sus atribuidas capacidades para la crianza. Desde la enseñanza primaria, la expansión ha sido paulatina a todos los niveles del profesorado y, desde ahí, al resto de las profesiones.

 

Algunas de las problemáticas del colectivo docente

Problemas de relaciones sociales próximas

Las relaciones con los alumnos/as: normalmente las relaciones suelen ser positivas, aunque actualmente por el cuestionamiento de la autoridad del adulto por los jóvenes puede convertirse en una relación problemática donde la actuación es difícil si no se cuenta con el apoyo de la dirección del centro escolar.

Las relaciones con los padres y madres de los alumnos y alumnas: al analizar empíricamente las relaciones entre los padres y el profesorado, Willard Waller afirmó que padres u profesores son enemigos naturales y el conflicto entre ellos es natural e inevitable. Por otro lado, Becker señala que la escuela es para el profesor un lugar en el que la entrada de los padres en escena es siempre potencialmente peligrosa. La organización interna de las escuelas se puede ver como un sistema de defensas contra la intrusión paterna.

El presentismo

Lortie lo define como el predominio del presente sobre el futuro; ello conduce a un reforzamiento de la experiencia personal que lleva al aislamiento en el aula y a una separación entre compromiso y trabajo. Todo ello es debido a que la escuela es un espacio en el que:
Junto a ellas, las recompensas asociadas específicamente al ejercicio de la docencia, tales como las vacaciones más extensas, el horario o las condiciones de trabajo,..., con relación a otras ocupaciones cumplen una función más de disuasión ante al idea de abandono de la docencia que de reforzamiento a la hora del esfuerzo cotidiano.

El sistema de recompensas opera de modo más satisfactorio para los que se comprometen menos y no favorece ni el compromiso ni la retención de sus mejores activos.

La doble relación de autoridad del profesorado

Dreeben señala que el profesorado mantiene una relación jerárquica hacia arriba y otra hacia abajo. Hacia arriba con sus empleadores le da un carácter contractual/funcionarial que determina sus derechos y deberes a cambio de su remuneración y estabilidad. La otra relación hacia abajo con el alumnado se caracteriza por ser involuntaria.

El aislamiento espacial

Dreeben también subraya que en la escuela se construye un espacio físico cerrado, el aula, donde el profesor/a desarrolla un trabajo en solitario, privado e indivisible, con ausencia de comunicación directa e inmediata con sus colegas. En el aula apenas se habla interactivamente. La principal tecnología utilizada es el recitado, la explicación a toda la clase, con el diálogo limitado a la aclaración de dudas. La experiencia en el aula se convierte en un conjunto de creencias pragmáticas sobre el desempeño de la labor docente, que contrasta ampliamente con las teorías pedagógicas recibidas en la formación inicial.

La intensificación

Apple define la intesificación como “la reducción del tiempo de descanso y de actualización profesional, así como las oportunidades de interacción con los colegas”.

Se puede dar en cualquier trabajo, pero en la docencia suele ser producto de la sobrecarga crónica de trabajo que acompaña a los procesos de racionalización o de reforma de la enseñanza. Intensificándose aún más, en el caso de que la persona docente sea una mujer con hijos pequeños con una doble jornada de trabajo (escuela/hogar).

La intensificación es una de las formas más tangibles de erosión de las condiciones laborales de los docentes, ya que:
El agotamiento laboral del profesorado

Freechman hace alusión a este fenómeno dentro del colectivo docente, próximo a lo que es llamado en el mundo anglosajón como "burnout". El queme psicológico es, para algunos autores, consecuencia de la intensificación.

El queme es el resultado natural de la nueva ideología del profesionalismo que alienta a muchos profesores y profesoras a verse a sí mismos como más poderosos de lo que realmente son y, por ello, con mayor responsabilidad de la que tienen. Y por ello se compromenten en solucionar, en solitario, complejos dilemas sociales e institucionales.

Introduciendo la dinámica de género y la de edad, se recoge la distinción existente entre los profesores/as jóvenes, quemados prematuramente y los profesores mayores, considerados trastos viejos.

 

La socialización profesional del docente

El proceso de socialización en la profesión de docente, los pasos que siguen los profesores antes y después de su ingreso en la misma, constituye otro apartado repetido en la mayoría de los estudios.

Dan C. Lortie lo analiza en sus tres componentes básicos:

1. La relativamente corta escolarización formal, integrada por una formación general previa, que sólo recientemente ha obtenido rango universitario en el caso del Magisterio, y la formación inicial propiamente dicha.

2. La ausencia de un ingreso progresivo y escalonado, con las apenas significativas prácticas, que permite el dicho de “en junio estudiante y en septiembre profesor”.

3. La formación en ejercicio que, primando la experiencia personal y el intercambio informal lleva a un resultado de pragmatismo.

Todo ello lleva, en definitiva, a “una concepción artística, antes que científica del trabajo (por lo que) la socialización en la enseñanza es principalmente autorrealización (Lortie, 1975: 78).

Y ello afecta a muchos aspectos de la ocupación, entre otros al estatus del grupo, a los costes subjetivos y al conservadurismo ocupacional.

En nuestro sistema educativo, la formación inicial y el acceso a la docencia son diferentes para los diversos niveles de profesorado que integran la profesión docente. Grado corto, Master Oficial y Doctorado son, en líneas generales y con alguna excepción, los títulos o licencias requeridos para el ingreso como docente en los tres niveles educativos (básico, medio o superior). El período de formación aumenta desde el primero al tercero, y se puede considerar como "profesional", en cuanto a la extensión, a partir del Master.

La carrera y las recompensas laborales de los profesores constituyen el cuarto apartado de los llamados estructurales de la obra de Lortie. La enseñanza es una ocupación relativamente sin carrera: la facilidad y el carácter masivo del acceso, el generalismo de su desempeño y la inmersión inmediata o ausencia de un proceso de aprendizaje y toma de responsabilidad gradual en el puesto de trabajo, hacen que la carrera docente sea llana, sin escalones, y más difícil en sus inicios, en el acceso a la misma.

En la enseñanza apenas existen escalas, peldaños o niveles por los que transitar a lo largo de la vida profesional y, si existen, son menos y de menor significación que los que se encuentran en otras profesiones.

De la misma manera, el abanico retributivo apenas tiene apertura, un profesor recién ingresado posee la misma responsabilidad que uno que está al final de su carrera y tiene un sueldo en donde el único elemento diferenciador es la antigüedad; lo que hace que las diferencias salariales no lleguen a la ratio 1/2.

Ahondando en el mismo tema, Howard S. Becker define el concepto de carrera profesional “el conjunto de series regladas de ajustes que hace un individuo a la red de instituciones (..) en términos de movimientos, arriba o, abajo entre posiciones diferenciadas por su rango en una jerarquía formal o informal de prestigio, influencia y renta”.

Según un estudio empírico realizado por él, la carrera del docente tiende a la horizontalidad. “La carrera de un profesor consiste en un movimiento entre las diversas escuelas en busca de una posición más satisfactoria en la que trabajar (Becker, 1953: p133, citas tomadas de Guerrero, 2002: p. 321). Y la satisfacción a la que hace referencia consiste, básicamente, en la proximidad al domicilio o al prestigio del barrio donde se inserte la escuela. Cuando se alcanza una escuela adecuada, la carrera se estabiliza y las únicas variaciones se refieren a la antigüedad (sexenios) que se va adquiriendo.

 

Papeles y tareas del docente

Al analizar la naturaleza social del profesorado, su papel (posición) en la estructura social nos encontramos con una construcción teórica que señala que existen tres papeles fundamentales del docente: el profesional, el proletario y el intelectual.

En líneas generales, para los primeros, el papel que desempeña el docente es una profesión, es decir, se trata de una ocupación que cumple una serie de requisitos de formación y ejercicio práctico y que por tanto ocupa una posición de clase media en la Sociedad (postura del funcionalismo).

Para los segundos, el papel que desempeña es de trabajador asalariado que está en vías de proletarización.

Y existe un tercer sector, minoritario y crítico, que considera que desempeña un papel de intelectual, asignándoles un importante papel en la transformación social.

El docente como profesional

Para analizar si el trabajo del docente es o no una profesión, Mariano Fernández Enguita señala que para ser considerado como un profesional hay que cumplir cinco características:

1. Competencia, entendido como pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado. Debe ser el producto de una formación específica, generalmente de nivel universitario. Su saber tiene un componente “sagrado” en el sentido de que no puede ser evaluado por los profanos, sólo el grupo de profesionales puede controlar el acceso de nuevos miembros, ya que sólo ellos pueden garantizar y evaluar su formación. Un elemento esencial para lograr la presunción de competencia es el uso y reconocimiento social de una jerga propia.

2. Vocación, ser llamado a una carrera determinada. Es un término cargado de un componente religioso, originariamente era la inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente al de religión (observa que el término abogado procede de vocación->advocatio->Abogado). Tiene como connotaciones el servicio a sus semejantes y la prohibición de competir entre los miembros de la profesión.

3. Licencia, es el permiso para hacer algo. Este permiso es reconocido y protegido por el Estado. Es la contrapartida de su competencia técnica y su vocación de servicio.

4. Independencia, es la condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie. Los profesionales son doblemente autónomos: frente a las organizaciones y frente a los clientes.

5. Autorregulación, la acción de regularse a sí mismos, es decir, los profesionales son los que determinan las reglas o normas a que debe ajustarse su desempeño.



En este marco, analicemos si "el docente" podría considerarse profesional, en cuanto a la “competencia” se puede observar que depende de qué nivel docente se trata así:

El maestro de primaria tiene una competencia oficialmente reconocida como docente, pero al proceder de una enseñanza universitaria de ciclo corto tiene menos prestigio.

El profesor de secundaria, licenciado, posee una competencia reconocida en su especialización, pero no como docente (Por ello se exige el Curso de Adaptación Pedagógica o ahora un Master oficial).

El saber que manejan ambos no tiene nada de sagrado, ya que su trabajo es juzgado por personas ajenas al grupo profesional, además carecen de una jerga propia. En resumen tienen competencia, pero una competencia digamos más bien difusa.

En cuanto a "la vocación", según Fernández Enguita, se ha venido reconociendo a la práctica de la docencia un componente vocacional, pero el predominio del individualismo adquisitivo y la lógica del capitalismo ha originado que la imagen del licenciado que se dedica a la enseñanza se mueve entre alguien que ha renunciado a la ambición económica a favor de una vocación social y la de quien no ha sabido ni podido encontrar algo mejor. En todo caso, sigue diciendo este autor, “el docente es un asalariado”. En definitiva, una vocación también difusa.

Si analizamos si tiene "licencia", se puede observar que el cuerpo docente tiene licencia para evaluar y acreditar los conocimientos de su alumnado, pero no otorga, en exclusiva, la capacidad de enseñar, sino que la otorga circunscrita a la enseñanza reglada quedando para la no reglada una libertad amplia. Frente al cliente es la institución (la escuela) no el individuo (el enseñante), quien posee la licencia.

Respecto a la "independencia", se podría decir que las personas docentes son parcialmente independientes tanto frente a las organizaciones como frente a su público. Aunque, casi en su totalidad son personas asalariadas, o sea depende de quien les paga según contrato laboral (o relación estatutaria). Y respecto a su independencia frente a su público, los representantes legales de sus discentes (ya que suelen ser menores) tienen el derecho a participar en la gestión de los centros de enseñanza e influyen en su indenpendencia. Pero, por otra parte, los docentes tienen una cierta autonomía reconocida, en exclusividad, ya que tienen una mayoría asegurada en los órganos colegiados y además los titulares de los órganos de la Administración educativa son (o han sido) docentes.

Por último en cuanto a su capacidad de autorregulación, no controlan como “colegium” la formación de los nuevos miembros del grupo. No tienen mecanismos propios para juzgar a sus miembros en su desempeño o resolver conflictos internos. No tienen un código deontológico de la profesión como médicos o abogados. Sólo intervienen en el control de los mecanismos finales de acceso (oposiciones o selección), pero sólo bajo la tutela de la burocracia pública o los empleadores privados. Las asociaciones existentes en la enseñanza se ocupan de tareas reivindicativas, tal y como hacen los sindicatos autónomos y los ligados a centrales obreras. Con todo lo dicho: ¿se pueden considerar como profesionales?.

El docente como trabajador proletarizado

Un proletario es una persona que se ve obligada a vender su fuerza de trabajo (no el resultado, sino su capacidad de trabajo) por un salario. Pero para ser útil para el capitalista debe producir un plusvalor (más de lo que recibe) pues sino, no crecería el capital invertido. Para asegurar que así sea, el capitalista controlará y organizará el resultado y el proceso de trabajo. Por consiguiente el trabajador perderá gradualmente el control sobre los medios, la capacidad de fijar objetivos o/y de determinar el proceso del trabajo. Y cuando esto ocurre en su grado máximo pasa a ser un proletario.

La proletarización es el proceso por el que un grupo de trabajadores pierde el control sobre esos recursos y aspectos de su trabajo.

Hace unos pocos decenios, en España, gran parte de los maestros eran más bien trabajadores autónomos que ponían por su cuenta escuelas en los pueblos, aunque con el apoyo de los Ayuntamientos en forma de cesión de locales o subvenciones para el alumnado sin recursos económicos (escuela privada unitaria). El/la maestro/a era a la vez trabajador/a y empresario/a, la terminología todavía presenta vestigios simbólicos de esto, por ejemplo cuando se refiere a la “plaza en propiedad”.

La extensión de la urbanización, la introducción de escuelas completas y graduadas, la expansión del sector público y luego la expansión del privado con subvenciones han hecho desaparecer al enseñante autónomo, reforzándose la figura del enseñante asalariado.

Asimismo, la creación de las escuelas con varios grupos de escolares supuso la división social del trabajo de la enseñanza, con la aparición de la jerarquización de los docentes, apareciendo las figuras de director, jefe de estudios, etc. Al mismo tiempo el grado de regulación de la enseñanza ha ido acentuándose. La Administración pública educativa ha pasado de imponer unos requisitos generales a especializar la enseñanza en unos programas docentes, determinando así las materias que deben impartirse en cada curso, las horas que se dedicarán y los temas de que se compondrá cada materia.

El/la educador/a ha ido, así, perdiendo progresivamente su capacidad de decidir cuál ha de ser el resultado de su trabajo, encorsetado cada vez más por los elementos directamente regulados por la normativa educativa: los contenidos de las asignaturas, horarios, programas, normas de rendimiento, métodos posibles,... E indirectamente por los exámenes públicos (o exámenes de Estado, reválidas, selectividad, etc.), por los requisitos de acceso del alumnado y los supuestos de base de sus pupilos para la enseñanza posterior.

En la actualidad, la figura del propietario del centro (en los colegios privados) o el Director (en los públicos) son los que van a interpretar y completar la normativa educativa para cada centro educativo. Así, el docente pierde tanto el control sobre el contenido, como sobre su proceso de trabajo, pierde autonomía que puede considerarse como un proceso de descualificación de su puesto de trabajo. Proceso que se refuerza por un lado, por la proliferación de especialidades y el confinamiento de los enseñantes en áreas o asignaturas y, por otro lado, por la delimitación de sus funciones que son atribuidas de forma separada a trabajadores específicos, desgajándose así de las competencias de todos: es el caso de la orientación, la educación especial, la atención psicológica, etc.

Finalmente a este proceso contribuyen también los fabricantes de libros de texto y otras mercancías educativas. El libro de texto especifica al profesor el conjunto de conocimientos que deberá impartir, la secuenciación de los mismos y la forma de impartirlos.

El docente situado en el sector privado produce un plusvalor del que se apropiarán sus empleadores. En cuanto a los que trabajan en el sector público producirán un plustrabajo, ya que su salario será siempre tendente al mínimo justificado por la permanente crisis fiscal del Estado.

El docente como trabajador semiprofesional

Para Fernández Enguita los docentes son semiprofesionales, es decir, son un grupo de asalariados, a menudo parte de las burocracias públicas, cuyo nivel de formación es similar al de los profesionales liberales. Están sometidos a la autoridad de sus empleadores pero luchan por mantener o ampliar su autonomía en el proceso de trabajo y sus ventajas relativas de distribución de la renta, el poder y el prestigio.

 

Cambio social y docencia

Hubo un tiempo en que la persona que ejercia de "maestro" representaba un tipo de persona admirada y respetada. En ese tiempo el conocimiento era considerado un valor de gran estima social y un bien escaso, porque pocos podían completar sus estudios.

En el Renacimiento se impulsó ese ideal y acampó en la modernidad, tanto en su versión de erudición, como en su versión científica. Todo gracias al poder de la razón, en la que tanto se confiaba. Es en ese contexto moderno donde el enseñante adquiere sentido, como intelectual, como miembro de un grupo profesional cuya función es no sólo de producción crítica y de perfeccionamiento, sino también de organización, transmisión y circulación de bienes y valores que constituyen la herencia social de una Sociedad.

Ahora bien, el acceso masivo a la educación a partir de la segunda mitad del siglo XX, si bien es cierto que acelera el fenómeno de la especialización de las ocupaciones intelectuales, puede suponer también el inicio del declive de otras, concretamente las dedicadas a la transmisión del ideal de un “hombre de cultura” a través de la erudición.

En el papel de "intelectual" las personas que se dedican a la docencia son, en distinto grado y dependiendo, en muchas veces, del nivel de enseñanza en que se ubican: portavoces, divulgadores, sustentadores y creadores de unos valores culturales, normalmente agrupados en un conjunto homogéneo que definen una manera de vivir y de pensar, un conjunto de actitudes, un ideal de persona, propios de la clase media.

Pierre Bordieu señala que los individuos pertenecientes a cada una de las clases sociales son socializadas –tanto por la familia como por la escuela- en visiones del mundo y estilos de vida distintos, condicionados por la posición económica. La escuela refuerza la diferenciación entre “hombre cultos” y los demás cuando el maestro agrupa a sus alumnos en “brillantes” y “trabajadores”. Por ello el profesor va a actuar como una especie de portero que deja pasar o no al espacio social privilegiado de las élites culturales al juzgar a los estudiantes con los criterios de la élite culta.

En las últimas décadas la masificación de todos los niveles educativos hace que el conocimiento deje de ser un bien escaso, o en otras palabras, convierte en común la situación del padre de alumno con un nivel de estudios parecido o incluso superior al del maestro o profesor, lo cual empuja a rebajar la relación con este último de la categoría de la veneración a la de un simple trabajador que ejerce un servicio.

sábado, marzo 24, 2007

 

Hastío social

Ser un nodo aislado de la red social se considera como un hecho imposible. Desde el Poder Social institucionalizado ("Estado"))se realizan estudios de redes sociales como la "metodología" para individualizar las interacciones entre nodos (individuos), pero con resultado incierto. La mayoría de las veces se analizan las relaciones de interacción para la realización de actos "sociales" como la actividad de I+D+i. Mediante estos análisis de redes se pretende "desvelar" la verdadera naturaleza de la influencia social para llevar las metas propuestas a buen término, destacándose los nodos más importantes... y los caminos para realizar actividades con éxito.

Un nodo aislado se mueve fuera de los "círculos", pero tiene su propio minicírculo vital si pertenece a instituciones sociales básicas como a una red familiar o a una empresa (y su red de relaciones sociales internas).

Los discursos circulan a su alrededor (los discursos del Poder) y unos chocan con su propio discurso interior y otros complementan su percepción social. Pero no deja de estar aislado.

Este afán de control me deja en una situación de hastío social. ¿Me puede dar alguien una definición?¿Y más ejemplos?.

La sociología es una forma de discurso de la marginalidad de la ciencia, sólo alcanza ser escuchada cuando interesa al Poder. Si se "enseña" en Centros externos a las Facultades de CC. Políticas y Sociología es como una forma de literatura cuyo objetivo es... Y no voy a hablar de que da trabajo a los especialistas titulados en sociología.

jueves, agosto 31, 2006

 

La insoportable levedad de la Sociología (sin ser original)

Lo cierto es que esto de la Sociología está muy relacionado con la actualidad, parece que se mueva más por el campo de la “doxa” que por el de la “episteme”. Lo que hoy es, mañana puede que no sea y viceversa.

Así puede ocurrir que un autor inexistente en el “mainstream” de la “doxa” sociológica en 1986, por ejemplo (como Ulrich Beck del que no tuve noticia durante toda la carrera y eso que empecé en ese año) veinte años después parece que es el profeta de la sociedad prometida, por el contrario, autores venerados en 1986 como Adam Shaff o Alvin Toffler hoy sean historia lejana, muy por detrás de Nostradamus.

Y lo mismo ocurre con las “teorías”…, en fin, y lo cierto es que hubo autores que intentaron crear una ciencia sociológica similar a la ciencia económica positiva con nulo éxito y las fuentes teóricas de la Sociología cada vez están más carcomidas por la apropiación de la omnipresente Psicología, la emergente Antropología y la Historia que es la madre de todas las ciencias sociales. Donde la Filosofía es la que da el apoyo epistemológico a todas las demás.

Hay un minimovimiento social sobre la inadecuación de la consideración como unidad temática de la Sociología y la Antropología por el Ministerio y se dan consignas simplistas como si tal o tales autores no eran “sociólogos” y si nos engañaron. Y lo cierto es que algunos de ellos vienen en textos como economistas (Veblen) o como psicólogos o como filósofos (la mayoría). Yo no veo tan inconveniente esta unión, no es sino la compresión de las sociedades y su complejidad interna el propósito de ambas, la diferencia de perspectiva es cuestión de generalidad, de integración y no de herramientas metodológicas de análisis, o sino ¿de qué es lo que se quejan?.

No veo el problema, más problema me parece el no tener una teoría o conjuntos de teoría para describir e interpretar la realidad de manera consistente. ¿Propone alguien algo positivo en este sentido o seguiremos criticando a los demás y dejando todo indefinido e inconcluso?

 

Sociología obligatoria y sociología voluntaria

La sociología obligatoria son los contenidos que se hacen estudiar a los estudiantes de nivel de secundaria o de nivel universitario para obtener los créditos necesarios para acceder a una titulación académica. Si sus intereses no son propiamente de conocimiento de la lógica social entonces puede ocurrir dos cosas:

Que sea percibido como una materia de letras, fácil similar a la filosofía cuyos contenidos son curiosos pero que no sirve para nada.

Que le guste (en esto depende mucho la didáctica) y le vea su aplicación práctica para desvelar los patrones culturales y de relación social donde le toca vivir. Y siempre piense que aunque le gusta lo que está estudiando podría haberse dedicado más a la Sociología.

Pero en estos dos casos, la persona discente no consumirá pensamiento social.

La sociología voluntaria tiene un carácter intelectual de descubrimiento, de “ilustración”, suele proceder de la conciencia práctica del conocimiento sociológico sobre las estructuras sociales y/o como vía para el prestigio profesional autónomo.

Es practicada por los denominados “Sociólogos/as” de manera continua o discontinua dependiendo del nivel de profesionalización, credibilidad, prestigio del poseedor de esa denominación (No tienen porqué estar titulados universitariamente en Sociología: pueden tener otras titulaciones universitarias o no tener titulación alguna)

Los sociólogos/as discontinuos son “los que tienen sus días” en los que son oídos y respetados por una audiencia concreta pero que pasados estos episodios suelen pasar desapercibidos por el mundo e incluso ser etiquetados como “anti-sociales” por su forma de ver la realidad. Estos suelen ser titulados universitarios en Sociología por lo que normalmente no se les entiende cuando expresan su percepción cuando no se les ha contratado para ello. Sin embargo, si, por el contrario, son los protagonistas del análisis de un tema candente y su interpretación favorece a quien le ha encargado dicho estudio se les considera como “autoridad en el tema”.

Pensemos, ¿qué sociología estamos haciendo ahora?

 

El profesorado y la sociologia. Introducción

El interés de la Sociología por el profesorado se enfoca sobre todo en la comprensión de la posición que ocupa la persona que desarrolla el rol de "profesor/a" en la estructura social (profesorado como categoría social) y el papel que juega en cada sistema educativo, como el agente fundamental y, además, es el más estable teniendo en cuenta que el resto de los agentes permanencen en el sistema con una temporalidad más breve y así discurren en el devenir del tiempo las sucesivas cohortes de alumnos/as, padres o autoridades políticas educativas, cada cual con unas distintas motivaciones en consonancia con las corrientes dominantes de opinión de la sociedad. El profesorado ha sido estudiado por la Sociología con creciente interés desde sus orígenes como ciencia.

El primer sociólogo que situó al profesorado como centro de sus estudios que fue Willard Waller. En 1932 publicó “La Sociología de la Enseñanza”. En esta obra analiza las relaciones funcionales entre la escuela y la comunidad, con atención preferente al profesor (y en especial al de enseñanza primaria). Waller encuentra a los profesores como personas 'aisladas' en la comunidad en la que viven: un aislamiento que él atribuye a razones de origen y estatus social, pero también a su “vida en un mundo de roles y actitudes adolescentes” (1932: p. 48 – cita tomada de Guerrero 2002: p. 176). Después de Waller, los estudios se suceden con cierta lentitud, hasta los años 70 y 80, en que se generalizan.

El estudio sociológico más completo e interesante sobre el profesorado, según Guerrero Serón, es la obra del sociólogo Dan C. Lortie, “Schoolteacher. A sociological study” publicada en 1975. En ella se analiza la naturaleza y el contenido del “ethos” de la ocupación docente, es decir, aquellas pautas de valores y sentimientos que le son peculiares y que distinguen al profesorado de los miembros de otras ocupaciones. Para Lortie, dichas pautas derivan tanto de la estructura de la ocupación como de los significados que ellos mismos asignan a su trabajo.

A comienzo de los años 80, algunos autores neo-marxistas constituyen una corriente de pensamiento que se plantea romper con la invisibilidad del profesorado dentro de los análisis educativos que se suelen realizar, y acomenten el estudio laboral en su puesto de trabajo. Señalan que hay que centrarse en el contexto de trabajo de la enseñanza, ya que, al fin y al cabo, los profesores son trabajadores. En este contexto, y en España, Carlos Lerena diseña un marco de análisis de la sociología del profesorado. Según él, existen dos vías para analizar lo que el llama profesiones ideológicas: por un lado el análisis en términos de situación de clase (marxista) y, por otro, en términos de estrato, categoría ocupacional o grupo de estatus (sociología a la americana). Plantea la necesidad de trabajos sociológicos que estudien la posición social del grupo en la estructura social como categoría relacional. En cierta medida traslada a nuestro país las discusiones metodológicas de los neo-marxistas. Otros autores españoles que en los años 90 han profundizado en el debate acerca del carácter proletario o profesional del profesorado han sido Fernando Gil, Mariano Fernández Enguita y Félix Ortega.

La sociología del profesorado cobra una especial importancia si se pretende implementar un nuevo sistema educativo. Así, si partimos del hecho de que toda reforma educativa real (y no meramente retórica) depende de su asunción de ésta por el profesorado, como ha venido señalado por Durkheim, Gramsci o Mannheim. Por ello, no es de extrañar que la clase política española haya pretendido intervenir en el profesorado mediante medidas contenidas en las sucesivas leyes educativas (LODE, LOGSE ó LOCE), aunque una vez desarrolladas hayan tenido un escaso éxito.

Una de las razones de su “relativo fracaso”, dice Fernando Gil, ha sido que los problemas que se han venido considerado al estudiar la situación del enseñante se han centrado sólo en factores endógenos, internos o inmediatos dentro del sistema educativo, tales como el aumento de las tareas docentes, la descualificación, la burocratización, la tecnocratización de la docencia o las condiciones materiales, especialmente los ingresos. Pero, señala este autor, existe también un segundo grupo de factores, que se pueden llamar exógenos o indirectos, es decir, que están fuera del sistema educativo, y sin cuya percepción queda difuso el panorama general de la docencia. A su juicio, estos factores pueden ser: la desacralización de la cultura y de la ciencia, así como de sus intérpretes autorizados, la re-definición de la socialización tradicional (como consecuencia de la desestructuración de los roles sociales), el creciente protagonismo de los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías de la información, el auge del 'individualismo' que limita el valor de las motivaciones intrínsecas de la acción y de la vocación por una actividad social.


miércoles, agosto 30, 2006

 

Sociedad y educación

SOCIEDAD Y EDUCACIÓN: LOS PATRONES EDUCATIVOS Y LAS SOCIEDADES

Desde las épocas más remotas la persona humana ha hecho uso de su don de palabra para comunicar conscientemente, de individuo a individuo, de generación a generación, de grupo a grupo, un acervo de experiencias prácticas, de códigos para la interpretación de los fenómenos naturales, de reglas, ritos y tabúes sociales, convirtiendo así la socialización de las memorias individuales en uno de los medios esenciales para la supervivencia de la especie (...) La educación aparece como inherente a las sociedades humanas. Ha contribuido al destino de las sociedades en todas las fases de su evolución (Faure 1972: pp.50 y ss.).

Para comprender mejor la relación entre los patrones educativos y las sociedades vamos a ver, a continuación, algunos ejemplos en diversas sociedades históricas.

Sociedades sin escritura

En la sociedad primitiva la educación era múltiple y continua. Todo constituía una ocasión para instruirse: desde los cuidados maternales a las lecciones del padre cazador, desde la observación de las estaciones del año a la de los animales domésticos, desde los relatos de los ancianos a los sortilegios del chamán. Esta forma de educación informal, no institucional, ha prevalecido hasta nuestros días en vastas regiones del mundo y aún sigue siendo el único modo de educación de que disponen millones de seres. (Educación africana tradicional: en ésta todo adulto es, en mayor o menor grado, un maestro.)

Sociedades con escritura

En ninguna parte se encuentra una civilización evolucionada y duradera que no tenga como sostén la escritura. En aquellas sociedades ligadas al uso del lenguaje escrito aparece una forma de educación particular, aparece la escuela, ya que aprender a leer presuponía la presencia de jóvenes reunidos alrededor de un “magister”. Durante miles de años la suma creciente de conocimientos y de tradiciones se transmitió así de maestro a alumno, en el marco rígido de una disciplina escolástica y autoritaria, a imagen de sociedades fundadas a su vez sobre rígidos principios de autoridad. La enseñanza, dominada casi en todas partes por los sacerdotes del culto, depositarios y guardianes de todo saber, se dedicaba a transmitir los dogmas religiosos y al mismo tiempo a formar escribas y administradores, médicos, arquitectos, astrónomos y matemáticos. Sociedades asiáticasEn la antigua sociedad china el respeto a lo escrito alcanza su apogeo con el mandarinato. Inicialmente su misión era proveer los empleos públicos y enseñaba complaciente la armonía del pensamiento y la acción, con el tiempo se fue congelando en el formalismo y se vio sometida a la servidumbre de un sistema rígido de exámenes y grados.

En la antigua sociedad india, las universidades brahmánicas (las primeras que conoció el mundo) dieron de entrada el perfecto ejemplo de una educación basada en la filosofía y la religión, pero al mismo tiempo pivotando en el estudio de las matemáticas, la historia, de la astronomía y hasta de las leyes de la economía. La educación budista apareció como reacción contra el espíritu de casta y el monopolio educativo de los brahmanes.

En la antigua sociedad persa, la educación revestía el carácter de formación permanente, extendida a todas las actividades del individuo, hasta los comienzos de la senectud. Estaba encauzada tanto a la adquisición de las ciencias, de las virtudes morales y de las disciplinas intelectuales, como a la formación cívica y el aprendizaje de la vida práctica.

Sociedades greco-latinas clásicas
La escuela greco-latina en la época clásica tenía el ideal de formar una personalidad armoniosa, dotada de una educación intelectual, corporal y artística equilibrada, que valorase la inteligencia, el saber, el culto de las artes y la elevación espiritual. La educación era para uso de una minoría, sólo la élite era juzgada digna de recibirla. Para las sociedades antiguas de occidente, la suma de conocimientos que debía poseer el hombre instruido constituía un todo claramente definido, que respondía al canon de las siete artes liberales: gramática, retórica, lógica, aritmética, geometría, astronomía y música, artes que han seguido siendo durante mucho tiempo el fundamento de la enseñanza clásica.

Sociedad feudal europea En Europa, durante la Edad Media, se puede decir que, salvo algunas excepciones, Iglesia y educación formaban una unidad (lo cual no significa que la enseñanza, por muy confesional que fuera, no supiese diferenciarse), para el uso particular de los príncipes o de los mercaderes, de los clérigos o de los caballeros.

Sociedad Islámica
El Islam, al asignarse una misión universal, se ha dedicado a determinar los objetivos y los métodos de una educación de alto nivel. El Islam confía en la capacidad de la persona para perfeccionarse mediante la educación. Por ello, exhorta a los musulmanes a educarse desde la cuna a la tumba y así ordena a todos (hombres, mujeres y niños) que se instruyan para después instruir a su vez gratis al prójimo. La educación musulmana cultivó particularmente las ciencias, la medicina, la filosofía, las matemáticas y la astronomía. Algunos sistemas de enseñanza islámicos, al desconfiar de la herejía y la subversión, se fueron aislando en una actitud reticente hacia las exigencias del espíritu innovador.

Sociedad renacentista europeaLas ideas renacentistas han actuado de forma poderosa sobre los destinos de la civilización al abrir vastos horizontes al conocimiento, al liberar nuevas energías sociales y al dar una nueva definición del humanismo, pero su influencia en la educación tardó en ejercerse. En esta época se produce una mutación capital tanto en los conocimientos como en los instrumentos de la acción educativa, ya que la imprenta permitía poner al alcance de las masas esos receptáculos del saber que son los libros. A medida que el progreso económico iba suscitando necesidades crecientes de personal capaz de leer, escribir y contar, la educación comenzó a extenderse y a vulgarizarse, revistiendo, por efecto de esta extensión, diferentes formas nuevas.Sociedad industrialLa Revolución industrial va a exigir una expansión de la educación y lleva consigo la aparición del concepto de instrucción universal y obligatoria. En los primeros años de la educación de masas, los antagonismos de clase se polarizan y se agudizan, atentos a mantener este proceso de democratización del saber dentro de límites estrechos: una cosa es tratar de enseñar los rudimentos a los niños de los pueblos y ciudades para asegurar a la industria una reserva de mano de obra a la medida de sus necesidades, y otra cosa sería abrir al pueblo la enseñanza clásica y universitaria, que sigue siendo el feudo de los privilegios de la cuna o de la fortuna.

Con la difusión de la Sociedad industrial en los países del mundo aparecen los sistemas educativos nacionales, cuyo inicio y desarrollo son desiguales en las diferentes sociedades (Estados-nación), de acuerdo con variables que tienen que ver con su industrialización y urbanización y con sus instituciones políticas. Hay que hacer notar que un gran número de formas jerárquicas y de prácticas discriminatorias que se reprochan a los sistemas actuales de educación no son, en realidad, sino los restos de una educación concebida para un tipo de sociedad muy diferente al de las sociedades en las que se perpetúan.Sociedad post-industrialHay muchos autores que opinan que hoy en día estamos en una fase de transición a una nueva sociedad que ya no estará basada en la industrialización. A esta nueva sociedad se le está denominando con diversos términos como la sociedad de la información, la sociedad de servicios o la sociedad del conocimiento, sin embargo el término que ha conseguido un empleo más frecuente es la sociedad post-industrial (utilizado por primera vez por Daniel Bell).En esta nueva sociedad la información es la base principal del sistema productivo. Las personas que trabajan en los niveles más altos se especializan en la producción de información y conocimiento. La producción y el control de lo que Daniel Bell llama conocimiento codificado es el recurso estratégico del que depende la sociedad. Así los científicos, especialistas en ordenadores, ingenieros y otros profesionales de la información se convierten en los nuevos grupos sociales dirigentes, los cuales reemplazan a los industriales y empresarios del antiguo sistema. La tesis del advenimiento de la Sociedad post-industrial no ha sido aceptada por todos los autores, Giddens señala las siguientes dudas sobre su realidad y puntualiza que:1. Se basa en una interpretación discutible del desplazamiento hacia ocupaciones de servicios.2. El sector servicios es muy heterogéneo.3. Muchas actividades del sector servicios producen bienes materiales.4. Se desconoce los efectos a largo plazo del uso de ordenadores y telecomunicaciones, el conocimiento codificado como recurso principal está aún poco claro.5. Se exagera la importancia de los factores económicos en la producción del cambio social.No obstante, el hecho de que pueda existir esta Sociedad post-industrial implica cambios en los sistemas educativos.

Alvin Toffler, el ciberprofeta de “La tercera ola”, señala que “en las sociedades de la segunda ola (sociedades industriales), la capacidad de leer era la aptitud más elemental exigida por la oficina de colocación” (Toffler 1980: p. 177). Cuando las potencias coloniales introdujeron la educación formal en África, India y otras partes del mundo, trasplantaron escuelas de estilo fabril o imitaciones en miniatura y de rango ínfimo de sus propias escuelas de élite (...). En la tercera ola “necesitamos combinar el aprendizaje con el trabajo, la lucha política, el servicio a la comunidad e incluso el juego. Todas nuestras presunciones convencionales sobre la educación necesitan ser reexaminadas” (p.335). Así que ¿Cómo será la educación de la tercera ola (sociedad post-industrial)?. Piensen en el actual debate sobre la segregación que está produciendo la Sociedad digital.

EDUCACIÓN, CAMBIO Y CONTROL SOCIAL

La conducta social de un individuo no es siempre la esperada por las normas que la regulan, dándose casos de conducta desviada o trasgresión o violación de las normas. Para estos casos, la sociedad dispone de diversos mecanismos de control social, que suelen ser apropiados a la naturaleza de la desviación (cuya gradación ascendente va desde la falta al delito). El control social se lleva a cabo mediante una serie de mecanismos sociales que sirven para que los comportamientos de los diferentes individuos, grupos e instituciones de una sociedad se mantengan dentro de los límites permitidos y los cauces aceptados como válidos. Estos mecanismos pueden ser tanto formales como informales.Entre los mecanismos informales de control están las presiones que se producen en el entorno social del sujeto desviado para que éste vuelva a la normalidad, desde las llamadas de atención y las reprimendas de los padres, amigos y profesores, a las sanciones o castigos de los mismos. Es decir, el control social opera a través de las figuras de autoridad de las que dependemos. La socialización es el primer mecanismo de control social ya que mediante ella se interiorizan la cultura y las normas de una sociedad y actúan desde nuestro interior en nuestro comportamiento.Conforme las desviaciones y las sociedades se hacen más complejas, los mecanismos informales de control ya dejan de funcionar y la sociedad debe institucionalizar una serie de mecanismos formales de control social, tales como la policía, la justicia o los medios de comunicación. Un sociólogo francés, Louis Althusser, clasificó los mecanismos de control en ideológicos, aquellos que actúan mediante la persuasión (medios de comunicación, sindicatos...) y represivos, los actúan mediante la fuerza (policía, ejercito, sistema penitenciario...).No obstante, que un comportamiento sea desviado o normal es una cuestión de construcción social, ya que depende de cada sociedad y de cada momento histórico, así como de la clase, el género o grupo étnico de las personas que la llevan a cabo. Por ejemplo, hace unas décadas la Señora Pankhurst fue detenida en Inglaterra por pedir el voto para la mujer (delito), algo que hoy está generalizado en casi todo el mundo.Se percibe con facilidad, sobre todo con el paso del tiempo, que Sociedad no es una construcción estática sino que varía incesantemente. Pero estas variaciones pueden ser de dos tipos: 1. Cuando esta variación es sustancial, es decir que se produce en aspectos básicos de la Sociedad, sean estos su sistema de creencias y valores, sus instituciones básicas o sus dinámicas de estratificación social, entonces se habla que existe un cambio social. 2. Si la variación no es sustancial, es decir que no afecta a instituciones básicas de una sociedad, como es el cambio en las formas de vestir, la moda, se dice que es una forma de evolución social de tipo coyuntural.Las causas o factores del cambio social son numerosos y variados: el medio ambiente, la difusión cultural, la tecnología, los diferentes tipos de conflicto y las ideologías sociales. Como agentes del cambio, la sociología considera a las: élites, los movimientos sociales y los grupos de presión.Élites: son minorías sociales selectas que gozan de un poder importante en la Sociedad, sea por su ascendencia moral, su poder político, su poder económico o su prestigio profesional.Movimientos sociales: Giddens define movimiento social como “un intento colectivo de promover un interés común, o de asegurar un objetivo compartido, mediante la acción colectiva en el exterior de la esfera de las instituciones establecidas” (1994: p. 678)Grupos de presión, grupo de interés o lobbies: Giddens los define como “asociaciones establecidas para influir en quienes elaboran las políticas de forma que favorezcan a sus miembros” (1994: p. 679). Un ejemplo sería una asociación de automovilistas que presiona al gobierno para defender los intereses de los conductores. La educación tiene un papel muy importante en todo este discurso de control social y cambio social como agente de socialización secundario que es. Veamos la opinión de los autores sociológicos clásicos. Por un lado, la educación que hay es la que propugnan los agentes del “posible” cambio social, así Max Weber dice que “toda forma de educación, tanto la que conduce a un carisma mágico como al heroísmo, puede convertirse en objetivo de un reducido círculo de agremiados” (1984: p. 879). Es decir que el objetivo de cada sistema educativo es cultivar en los educandos el estilo de vida que se corresponda con el de los grupos dominantes. Por otro lado, para Durkheim, la educación es una necesidad funcional de la Sociedad, que se hace patente sobre todo en el paso de la solidaridad mecánica a la orgánica, cuando debe asumir la función, que antaño representaba la religión, en la construcción de la conciencia común de la Sociedad (control social).Pero es Michel Foucault el que expone una dialéctica de la educación, el control social y el cambio social. Así expone que el origen de los sistemas educativos se entiende a partir de las necesidades de gubernamentalidad del cuerpo social, que una población creciente plantea a los nuevos príncipes y estados nacionales, en los comienzos de la edad moderna. Para ello, se desarrollan una serie de discursos, confluencias de conocimientos y poder, que tienen como misión definir campos sociales y técnicas de gestión de cuerpos y almas. El siglo XVII va a ser el siglo del gran encierro, en el que hospitales, cuarteles, hospicios, cárceles y escuelas van a ir almacenando y compartimentando a las poblaciones dispersas por caminos y ciudades, para su disciplina y vigilancia. La emergencia de un cambio social, nuevas técnicas de gestión hacen que se desarrollen nuevos modos de educación, con un nuevo cuerpo de especialistas, los maestros, para la moralización y domesticación de las masas populares a través de la escuela. Con el objeto de someter al cuerpo social y, más en concreto, las clases populares, insurreccionales y peligrosas, se instaura una microfísica del poder que estudia sus movimientos, sus gestos, sus actitudes, para lograr cuerpos sanos, dóciles y útiles, en todo un programa de profilaxis social: La misión de la escuela va a ser domesticar, civilizar y hacer razonable a la infancia, mediante prácticas disciplinarias y técnicas de control social.

LOS FINES Y LAS FUNCIONES DE LA ESCUELA

Para el paradigma estructural-funcionalista, la Sociedad es un sistema o conjunto interdependiente de elementos, que se agrupan o integran en diferentes instituciones, relacionadas entre sí por una estructura. La razón de la existencia de cada una de las partes o instituciones sociales y lo que le da su forma interna es el desempeño de unas tareas (funciones) que contribuyen al funcionamiento y mantenimiento unido del sistema.La escuela es una institución social y una de las más importantes del sistema social como tal, desempeña una serie funciones para el mantenimiento del sistema social. Sánchez de Horcajo define función, como “la relación de utilidad entre un fenómeno y las consecuencias que de su presencia o actuación se derivan” (1991:p.140). Merton distingue las funciones manifiestas, aquellas cuyas consecuencias se esperan y se hacen explícitas, de las funciones latentes, que son las que tienen consecuencias no buscadas, ni intencionadas, ni queridas, de las acciones sociales sobre otros agentes o instituciones sociales. En el terreno de la enseñanza, podría servir como ejemplo la asignatura de historia, cuya función manifiesta es el conocimiento de un pasado común, pero cuya función latente consiste en la inculcación de valores que ayuden a crear una identidad nacional.Las funciones de la escuela, entendida como el sistema educativo en su conjunto, han sido estudiadas por diferentes autores que, aunque se distancia en matices, suelen coincidir en clasificaciones que relacionan la institución escolar con las instituciones fundamentales de toda Sociedad: la Cultura, la Familia, la Economía, el Estado y la Estructura social. Sánchez de Horcajo señala las siguientes funciones sociales como las más generalizadas y significativas que suele cumplir la escuela en las sociedades actuales:1. Función conservadoraLa educación transmite a las jóvenes generaciones la experiencia de la Sociedad. La escuela es la gran transmisora de los conocimientos y de los valores aceptados, de las costumbres y de las creencias; tiende a formar a la joven generación a imagen y semejanza de la generación adulta. La educación es el vehículo de la tradición. Se va a la escuela para aprender: una lengua correcta, conocimientos comúnmente recibidos y uniformados, reglas y fórmulas establecidas, técnicas aprobadas, las “buenas maneras”, etc. Gracias a todo lo cual la Sociedad va reproduciéndose en el tiempo y en el espacio. En casos extremos, en totalitarismos, se puede establecer un curriculum explícito y oculto que se limite a reproducir el “presente” (ideal) y entonces la escuela aparece como inmovilista, como fijadora de las estructuras sociales, pudiendo ser un freno a la evolución social e incluso un impedimento para el progreso humano.2. Función motoraLa escuela refleja los cambios de la Sociedad, cambiará en el tiempo y en la medida en que cambie la sociedad misma. La educación no puede cambiar a espaldas de la Sociedad. Hasta los mismos pedagogos como Freinet reconocen que “la experiencia nos muestra que, salvo raras excepciones escuela, nunca está en vanguardia del progreso social” (1972: p.27). No obstante, el sistema educativo puede impulsar el cambio sobre alguno de los elementos del conjunto social. Así en las sociedades actuales se le encomienda a la escuela la función motora de suministrar elementos y agentes innovadores y garantizar, al mismo tiempo, que los cambios se realicen con el mínimo de fricción posible. En general, se le encarga favorecer el cambio de actitudes, propiciar la adecuación a las cambiantes necesidades de la economía y el acondicionamiento de las jóvenes generaciones al futuro. Por ejemplo, el uso del ordenador en clase promueve las actitudes positivas hacia las nuevas tecnologías y facilita la adaptación de las nuevas generaciones a la Sociedad de la Información.3. Función políticaEsta función la desempeña por partida triple. Por una parte, la educación cumple en las sociedades una función reguladora de los espacios y los tiempos en el conjunto social. La asistencia a la escuela es obligatoria hasta los 16 años en muchos países, simbólicamente se convierte en un rito de paso a la edad adulta. Además, la escolarización sirve de lugar de aparcamiento de los niños y jóvenes, mientras que la generación adulta puede incorporarse a la vida activa y social.Por otro lado, la escuela también cumple la función de inculcación y legitimación de la ideología política dominante, mediante la inculcación de la ideología política dominante y el ejercicio de la violencia simbólica. La educación formal o escuela es el vehículo utilizado para la formación del consenso político nacional.Por último otra función política que puede ejercer el sistema educativo es capacitar a los cuadros dirigentes y las élites del poder. En nuestro país, tradicionalmente los dirigentes políticos o las élites económicas, han estudiado en determinados colegios privados la enseñanza media, luego han sido becados por fundaciones privadas y la mayoría han finalizado su carrera en prestigiosas universidades privadas o en el extranjero (diferenciación).4. Función económicaLa función económica del sistema educativo consiste en suministrar a la fuerza de trabajo el tipo de mano de obra que satisfaga las necesidades de la economía. El sistema educativo se encarga de satisfacer las demandas de personal en los diversos campos de producción.Desde el punto de vista de la economía, la educación puede ser considerada como un bien de consumo o como un bien de inversión.Como bien de consumo provee a la población de unos bienes intelectuales como gratificantes.Como bien de inversión desencadena un proceso con efecto multiplicador económico. El capital cultural es convertible en capital económico.En general, es importante que la inversión educativa combine los criterios económicos con los de humanización y satisfacción de los individuos y de los estamentos sociales.5. Función de selección y asignación socialCada Sociedad tiene una estructura social y ocupacional precisa y determinada por lo que la escuela tiene como misión la capacitación de los individuos para adecuarlos a esas estructuras. Se trata de seleccionar y asignar puestos sociales mediante el establecimiento de un “pool de idoneidad”, medir las capacidades humanas y realizar una distribución adecuada para conseguir la máxima productividad de las mismas. Debe asignar a cada uno el lugar más adecuado a sus capacidades y sus méritos.6. Función mistificadoraEsta función en parte deriva de la anterior ya que en teoría realiza la selectividad de los individuos en estricta justicia y en razón de las capacidades de cada cual, pero de hecho realiza una selección y asignación social discriminatoria y diferenciada.El sistema educativo aparenta conceder a todos y cada uno de los niños y niñas iguales posibilidades de desarrollo de sus capacidades, pero no es así. El sistema ofrece posibilidades diferenciadas en relación con el origen social y con las condiciones de existencia diferenciada del alumnado. La igualdad es un mito, es decir, la escuela proporciona la legitimación de la desigualdad. En realidad la progresiva dificultad de los niveles de enseñanza no es igual para todos sino que depende de la situación social del grupo de origen del alumnado. Destacan diferencias entre:• Clases sociales, cociente intelectual, lenguaje.• Sexos, diferente participación en carreras profesionales.• Lugar de residencia, diferentes recursos educativos según territorio; campo-ciudad... • Tipo de centro, Es uno de los canales más habituales y sutiles de diferenciación, no solo por la calidad de la enseñanza, sino por otras connotaciones sociales que les afecta.7. Función críticaLa educación debe preparar para tomar parte activa en la evolución de las sociedades. Debe criticar y desmontar las ideologías establecidas o dominantes en la sociedad y las estructuras sociales preponderantes.La educación debe contribuir a situar a los individuos frente a la sociedad en constante evolución y lograr su adaptación a los nuevos modos de vida. Debe guardar las distancias y la autonomía con relación a las instituciones sociales, la actividad profesional y las ideologías dominantes de los grupos de presión. Debe proporcionar defensas cognitivas y afectivas frente a la inoculación ideológica de los medios de comunicación masiva. Formar a mentes críticas que utilicen la razón y actúen con un criterio autónomo.

 

Educación y Socialización

INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
La Sociología de la Educación es la especial aplicación de la ciencia social denominada Sociología a “lo socioeducativo”.
El objeto de la Sociología de la Educación puede analizarse a tres niveles:
a) Nivel macrosociológico
Estudia las relaciones del Sistema Educativo con la Sociedad. A este nivel se plantearán temas como:1. El origen social de los sistemas educativos.2. Las funciones sociales de la educación.3. Las relaciones entre el sistema educativo y la estructura social.4. Las relaciones entre el sistema educativo y la estructura económica.
b) Nivel intermedio
Se centra en el análisis de la composición y las características de los diferentes grupos – actores y agentes- que integran el sistema educativo, así como las relaciones entre ellos, los demás grupos sociales y la educación. También estudia como afecta a las diferentes cohortes de alumnos y alumnas su paso por el sistema educativo y como éste los inserta en la Sociedad. Sus temas son, entre otros:1. El curriculum2. La contextualización del conocimiento y los libros de texto.3. El alumnado y el profesorado como grupos sociales.
c) Nivel microsociológico
A este nivel se estudia lo que sucede en la escuela, colegio o centro educativo, qué pasa en las aulas, salas de profesores, junta de evaluación y patios. Lo que supone estudiar entre otras cosas:1. Interacciones en el aula.2. Culturas y subculturas en los centros escolares.3. La comunicación educativa.
En resumen, el objeto de la Sociología de la Educación consiste en el estudio sistemático de las relaciones entre el Sistema Educativo y la Sociedad; de la relación de cada grupo social con, y en, el sistema educativo; así como de aquellos procesos sociales que tienen lugar dentro de las instituciones del sistema educativo (sus centros, etapas, ciclos y prácticas cotidianas).
CONCEPTOS BÁSICOS: SOCIEDAD, CULTURA Y EDUCACIÓN
SOCIEDAD
Es concepto difícil de delimitar, es un término que ha de servir al mismo tiempo para la sociedad anónima de accionistas, la sociedad de cazadores de un pueblo o para el concepto de Sociedad de los sociólogos. Etimológicamente procede del latín “societas”. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) lo define como “reunión mayor o menor de personas, familias, pueblos o naciones”. La dificultad de su delimitación es debida a que “Sociedad” es un concepto que pertenece a una categoría de sentido común que la asimila a las fronteras de las naciones-Estado. Aunque las sociedades no siempre corresponden a las fronteras políticas.
Bernardo Schäfers concibe la Sociedad como “la totalidad de las instituciones, asociaciones, organizaciones y grupos que actúan en un determinado territorio (Estado/Nación) y a las relaciones de interdependencia existentes entre ellos”.
Nicolas Luhmann define a la Sociedad como “sistema de control global” (influencia sobre el sistema económico, educativo, etc.). Así la Sociedad no afectará directamente a la acción, pero influye de un modo estructurante sobre las condiciones concretas de la misma en todas las formaciones sociales (muchedumbres, grupos, masas, instituciones u organizaciones).
CULTURA
Al igual que Sociedad es también un término polisémico. El término cultura que etimológicamente proviene del latín. Comenzó en el mundo antiguo teniendo un sentido atributivo, funcional: cultivo de algo, en principio la cultura es un proceso, el paso de “inculto” a “culto” a través de un ejercicio más o menos metódico, la educación. Más adelante, ya desde el Renacimiento se verá sobre todo como el resultado de un proceso más que el proceso mismo, los frutos más que el cultivo. Finalmente desde el siglo XVIII se le podría dar la definición de Werner Jaeger, como “todo el mundo intelectual y espiritual, revelado por la educación, en el cual todo individuo nace, según su nacionalidad o posición social”.
Una afortunada definición se debe a Eduardo Tylor, que entiende por cultura, en su sentido etnográfico amplio, como “ese conjunto complejo que abarca los conocimientos, las creencias, el arte, el derecho, la moral, las costumbres y demás hábitos y aptitudes que la persona humana adquiere en cuanto miembro de la Sociedad”.
Buscando una definición más operativa y general, Guy Rocher define cultura como “un conjunto trabado de maneras de pensar, sentir y de obrar más o menos formalizadas, que, aprendidas y compartidas por una pluralidad de personas, sirven de un modo objetivo y simbólico a la vez, para constituir a esas personas en una colectividad particular y distinta”.
Características principales de la cultura
1. La cultura afecta a toda la actividad humana, cognoscitiva, afectiva o conativa (es decir, relativa al obrar en sentido estricto), o incluso, sensomotriz.2. Estas maneras de pensar, sentir y de obrar pueden ser más o menos formalizadas. Muy formalizada es cuando, por ejemplo, se plasman en un código de leyes, o en una ceremonia tradicional. Si están menos formalizadas, estas maneras de obrar, sentir o pensar podrán ser interpretadas o adaptadas personalmente.3. Tiene que ser compartida por una pluralidad de personas. Se tratan de unas reglas de vida con carácter colectivo, no es individual por naturaleza.4. La adquisición de la cultura es el resultado de los diversos modos y mecanismos del aprendizaje. Ningún elemento cultural se hereda biológica o genéticamente.
Marvin Harris llama endoculturación al “proceso mediante el cual los individuos adquieren las pautas de conducta y demás aspectos de su cultura, de otras personas a través de la observación, la educación y el refuerzo”.
Juan Mira señala que “la socialización (ir ocupando status, llenando roles, estableciendo las propias líneas de relación/situación en la malla social) y aprendizaje (recepción y asimilación de toda la información necesaria y de sus claves) son en realidad dos dimensiones de un único proceso global: la enculturación (también llamada endoculturación). Cuyo resultado es que cada nuevo individuo va haciéndose persona: va siendo capaz de asumir y representar el papel, o los papeles, que le corresponden en el drama social”.
EDUCACIÓN
El término educación, etimológicamente, procede del latín “educatio”. En el diccionario de la RAE se define educación como “acción o efecto de educar”, es decir, desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicio, ejemplos, etc.
Antonio Giddens define educación como “transmisión de conocimientos de una generación a otra por medio de la instrucción directa”. Hay que señalar que en la educación se trasmitirán más elementos que los conocimientos (si solo son conocimientos sería más bien instrucción), sino que a través de ella se trasmitirá los elementos objetivos, morales y simbólicos de la Cultura de una Sociedad o de una parte concreta de ella.
La Sociedad (la estructura de relaciones sociales, la organización, el marco social) se enlaza con la Cultura producto de esa misma Sociedad y la Educación como proceso de asimilación de la cultura. En este sentido Giddens señala que “aunque los procesos educativos han existido en todas las sociedades, sólo en la sociedad moderna la educación de masas adopta la forma de escolarización, es decir, la instrucción en ambientes educativos especializados en los que los individuos pasan varios años de sus vidas”.
Todo se aprende, en un proceso de condicionamiento progresivo: de lo más elemental a lo más complejo; con escuelas o sin ellas; de forma tan eficaz que buena parte del comportamiento, aprendido sobre todo en la infancia, queda por debajo del nivel de conciencia y deja de ser reconocido como Cultura y menos como propio de una Sociedad. Lo que se aprende después de la infancia es progresivamente aceptado en el nivel consciente, bien como alternativas o bien como conocimientos especiales.
ESPECIAL REFERENCIA A LA FAMILIA Y LA ESCUELA
Podemos deducir que tanto la familia como la escuela tienen como objetivo explícito y reconocido la socialización (y el aprendizaje social). La construcción social de una persona como miembro de dicha Sociedad.
La familia actúa como el principal agente de socialización: el aprendizaje motivado, la interiorización del “otro”, la identificación de sí mismo, etc., se realizan de manera especial en el seno del núcleo familiar. El niño (o la niña) va paulatinamente asimilando un complejo básico y estable de valores, ideas, patrones estandarizados de conducta y formas de reacción emocionales, que constituirán después puntos fundamentales de referencia a partir de los cuales interpretar y organizar el resto de los “estímulos” sociales. En la familia se realizará el aprendizaje de los recursos y técnicas instrumentales básicos en el desarrollo futuro de su personalidad: desde la adquisición del lenguaje hasta la formación de las pautas conceptuales básicas de orientación en el mundo. Además todo ello se realiza en un clima fuertemente marcado por la afectividad.
La Escuela va a actuar más allá de la transmisión de los conocimientos y habilidades que integran el curriculum académico. En muchos casos las escuelas, incluyen explícitamente, desde su fundación, un programa ideológico a transmitir, por ejemplo, es el caso de los colegios confesionales. Con frecuencia, más importante que los contenidos propiamente académicos es el conjunto de actitudes y valores subyacentes que inculca en el alumno (o en la alumna, ya sea de forma igualitaria o diferenciadamente según sea el sexo) la práctica académica. En el aula, se le enseña el valor del orden, el sentido de la disciplina, la exigencia de rigor del quehacer científico o la importancia del éxito en una sociedad competitiva, entre otras cosas.
En ocasiones la cultura de la familia colisiona con la cultura de la Escuela produciendo disonancias cognoscitivas en el niño (o la niña) lo cual puede repercutir en la construcción de la identidad social de la persona y la percepción de la estructura social y las reglas del juego social.
EL ESTUDIO DE LA SOCIALIZACIÓN, LA PERSONALIDAD Y LA CULTURA
El concepto de socialización tiene dos significados, uno es el técnico y otro el habitual. Respecto a este último es común referirse a alguien como “socializado” si es muy sociable y adaptado.
En Sociología, el término “socialización” es muy antiguo, ya en 1937, Gardner y Murphy escriben la obra “Psicología social; un tratado de la socialización del individuo”, en el que tratan de las transformaciones del individuo humano según viva en un contexto o en otro.
El campo de la socialización tiene que ver con dos aspectos de la realidad muy importantes:1. La comparación entre contextos sociales distintos.2. La dimensión evolutiva del desarrollo del ser humano.
Los estudios de socialización tratan de combinar la dimensión evolutiva y los distintos contextos sociales.
La socialización puede ser definida como “el proceso por el que el individuo que está en desarrollo se adapta a los requisitos sociales en el que se halla inscrito. Y estos requisitos los hará suyos” (Fernández Villanueva, 1984).
En la actualidad, algunas personas confieren a la socialización un carácter negativo. Se ve a ésta como algo extraño a ellos, una subordinación. Esto es producto de una percepción sesgada. Si bien un sujeto por la socialización va a hacer suyos los deseos de otros, va a interiorizar controles e imposiciones ajenas (en especial de los padres), no por ello un individuo socializado va a tener una reproducción del deseo de los que lo han socializado, no, sino que va a tener eso y más.
Además, si el sujeto ignora lo que la Sociedad desea de él no tendrá habilidad social. Un sujeto que no se adapte está como enfermo, no posee su identidad. La socialización es tan inevitable y tan positiva como el desarrollo de la persona. Lo que le dan los demás es su carácter, su conducta, su peculiaridad. La Socialización ha sido estudiada desde muchas perspectivas: la antropología, la sociología y la psicología.
La Antropología observa la multiplicidad de los caracteres de las gentes, de los pueblos, sospechan entonces que estas distinciones tienen que ver con la educación, los valores de la Sociedad en que se desarrolla el individuo, etc. Desde esta perspectiva, ya es clásico el estudio de Margarita Mead “Sexo y temperamento en las sociedades primitivas” (1950); en este observa que existen unos contextos que favorecen el que una persona sea agresiva, y otros en que sea amistosa estudiando la forma de tratar a los niños en su infancia. Asimismo, estudiará también las diferencias entre ser hombre o ser mujer según los distintos contextos.
La Sociología empieza a estudiar los efectos sociales de la socialización desde Max Weber como un elemento más de su sociología interpretativa. Pitirim Sorokin, en su obra “Sociedad, Cultura y Personalidad” (1947), distingue tres sistemas de acción complementarios y relacionados entre sí que son: - el sistema social, entendido como la estructuración de los elementos de la acción social en un conjunto de partes interdependientes constitutivas de una unidad funcional;- el sistema de la cultura, ya definida en el tema anterior;- el sistema de la personalidad, formada por la organización de los diversos componentes psíquicos del ser humano: rasgos temperamentales, impulsos, necesidades, aptitudes, actitudes, intereses, vestigios de experiencias anteriores, etc., cuya ordenación compone una totalidad estructurada.
La relación entre la personalidad y los otros dos sistemas (cultura y sociedad) se esclarece mediante el análisis de la socialización.
La Socialización es definida por Guy Rocher como “el proceso por cuyo medio la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a la estructura de su personalidad, bajo la influencia de experiencias y agentes sociales significativos, y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir” (1990: pp. 133-134).
La psicología estudia la socialización desde el interés por conocer la variación de los logros psicológicos de los individuos en distintos contextos. El psicólogo procederá de forma inversa al sociólogo, le interesará lo “micro”, las diferencias entre los ambientes, no las superestructuras. De esta manera asociará:
AMBIENTE RICO INTELECTUALMENTE RICO
Sin contar con la condición socioeconómica.
Tenemos, entonces, tres grandes áreas y sus temas:
Enfoque Temas DefinicionesAntropología Pautas culturales Enculturación: aprendizaje de pautas culturales.Sociología Valores, normas Socialización: interiorización de normas, valores y roles presentes en un contexto social concreto.Psicología Aspectos del desarrollo:• De lo cognitivo • De la conducta• De lo afectivo Socialización cognitiva: modificación de las estructuras en las que se asienta el conocimiento cognitivo.Socialización conductual: aprendizaje de conductas y hábitos en un contexto concretoSocialización afectiva: la canalización de los impulsos afectivos hacia objetos de satisfacción que son aceptables socialmente.
La socialización en un proceso de influencia en el que se hace ejercicio del poder. En la infancia este poder es asimétrico, uno enseña y otro aprende.
Todas las orientaciones teóricas que estudian la socialización tratan del problema de la adaptación del individuo a entornos diferentes, centrándose cada cual en elementos de análisis distintos.
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA SOCIALIZACIÓN
De la definición dada por Guy Rocher se desprenden los tres aspectos fundamentales de la socialización, que son:
1. Adquisición de la cultura: la socialización es el proceso de adquisición de los conocimientos, de los modelos, de los valores, de los símbolos propios de los grupos, de la sociedad y de la civilización en cuyo seno está llamada a vivir una persona. Este proceso se inicia con el nacimiento, prosigue a lo largo de toda la vida y concluye con la muerte.La primera infancia es el momento más intenso de socialización. Pero en toda la vida hay momentos de socialización más intensiva como la incorporación a un nuevo trabajo, el matrimonio, el nacimiento del primer hijo, etc.
2. Integración de la cultura en la personalidad. Mediante la socialización, algunos elementos de la sociedad y de la cultura pasan a ser parte integrante de la estructura de la personalidad, se van a convertir en obligaciones morales, en la regla de conciencia a la hora de obrar, pensar o sentir. Gracias a la integración de elementos socioculturales, el actor social, apenas es consciente del peso del control social, de los imperativos y exigencia que le impone el medio social.
3. Adaptación al entorno social. La persona socializada es de un medio social determinado, pertenece a una familia, grupo, ciudad,..., es un “miembro de” una formación social dada. Y ello es porque tiene suficientes cosas en común con los restantes miembros de esas colectividades, como para identificarse en el nosotros que ella constituye. Esta adaptación afecta a la personalidad por cuanto se produce simultáneamente al triple nivel: biológico, afectivo y mental.
El resultado normal de la socialización estriba en producir una conformidad suficiente de las maneras de obrar pensar y sentir en cada uno de los miembros de la colectividad, para que, por una parte, cada persona se adapte y se integre en una formación social, y para que, por otra, pueda ésta mantenerse y perdurar.
MECANISMOS DE SOCIALIZACIÓN
Existen dos mecanismos principales de socialización: el aprendizaje y la interiorización del otro (de la alteridad).
El aprendizaje consiste en la adquisición de reflejos, hábitos, de actitudes, etc., que se inscriben en el organismo y en la psique de la persona y orientan su conducta. Los cuatro procedimientos principales por los cuales opera el aprendizaje son: la repetición, la imitación, la aplicación de recompensas y castigos, y el método de ensayo-error.
La interiorización del otro. Carlos Cooley desarrolló la idea de que el “si” (Self), el sentimiento de ser una entidad, una persona que puede decir “yo”, “mío”, “mía” es profundamente social en sus orígenes y en su contenido. Contemplándose en la mirada que los demás fijan sobre ella construye una persona su “sí”, por la imagen que de sí misma que cree ella ofrecerles y a través de los juicios sobre sí misma que ella les atribuye. George Mead va más allá y estudiando las funciones del lenguaje, del juego y del deporte colectivo deduce que lo que se produce en el juego es una ilustración de lo que ocurre en la vida cotidiana. El “sí” (Self) del niño se desarrolla por su identificación con otras personas en los roles que ellos desempeñan, y en particular por la interiorización del otro generalizado. La interiorización del otro es el conjunto orgánico, estructurado de los otros roles de los que depende el “sí” (roles sociales); así la persona se familiariza con las reglas que los presiden, con las actitudes que comportan, con los principios que los inspiran; tal es el fundamento de la interiorización progresiva de los elementos socioculturales del medio.
AGENTES DE LA SOCIALIZACIÓN
Antonio Giddens define agente o agencia de socialización como “los grupos y los contextos sociales dentro de los cuales se producen importantes procesos de socialización” (1993: pp.109).
Los agentes de socialización pueden ser personales, impersonales, grupales o institucionales. Los agentes personales y microgrupales son determinantes en las primeras etapas de la socialización. La importancia de los agentes impersonales e institucionales va aumentando a medida que transcurre el proceso y los valores básicos han sido ya interiorizados. La socialización adulta se asienta sobre la infantil y puede afirmarse que quedará facilitada en la medida en que la primera se haya realizado sin excesivos conflictos (FDEZ VILLANUEVA 1984: pp. 423)
La familia
El agente personal más importante es la madre, que representa en su acción frente al niño, las costumbres y valores básico de cada sociedad específica, los cuales constituyen para el niño el primer punto de referencia acerca de cómo situarse en el futuro ante todo tipo de interacciones. La madre se inserta en primer lugar en un grupo pequeño formalmente estructurado que es la familia. Este grupo confiere al niño su primera identidad social y marco de referencia normativo, referida a un contexto de interacción más amplio que la relación diádica primaria (madre-hijo). El conjunto de valores que el microgrupo familiar mantiene, representa para el niño el sistema total de valores de la sociedad en que vive.
Grupos de iguales (grupo de pares o grupos de edad)
Son los grupos de amigos de niños que tienen la misma edad. Cada generación tiene ciertos derechos y responsabilidades que varían a medida que aumenta la edad. Esta socialización supone la interiorización de normas, valores, costumbres, etc. No porque se le imponga al individuo como relación de control o autoridad, sino más bien por el deseo de identificación con ese grupo en el que el individuo quiere integrarse.
Jean Piaget pone un particular énfasis en el hecho de que las relaciones entre pares son más “democráticas” que las que existen entre un niño y sus padres. Piaget señala que, debido a su poder, los padres son capaces de inculcar códigos de conducta en sus hijos. Por el contrario, en los grupos de pares un niño descubre un contexto de interacción distinto, en el que se pueden sopesar y explorar reglas de conducta.
Por otra parte, Guy Rocher distingue tres tipos de grupos de edad:1. Grupos que agrupan a personas de la misma edad y tienen objetivos explícitos de socialización. Por ejemplo, las aldeas de edad Nyakyusa de África.2. Grupos y movimientos que se proponen la socialización como objetivo explícito y en los que los adultos detentan una responsabilidad en la formación de los jóvenes. Por ejemplo, los scouts y otros movimientos juveniles.3. Grupos de edad o asociaciones que, para desempeñar sus funciones o ejercer determinadas actividades, deben socializar a sus miembros. La socialización es aquí instrumental, con miras a cumplir ciertas funciones o ciertas actividades. Por ejemplo, las pandillas.
La escuela
La escuela como institución destinada a socializar a toda la población infantil y adolescente es de creación reciente. La obligatoriedad de asistencia a la escuela para toda la población es una medida del siglo XIX; la existencia real de un puesto escolar para cada niño no ha sido lograda sino en un número reducido de países. Se puede decir que es una creación de las sociedades industriales.
Como agente de socialización institucional que es, su misión es proporcionar un conjunto de conocimientos para preparar al individuo a desempeñar un rol profesional en un mundo laboral futuro, por ello se establece un curriculum de asignaturas (contenidos estructurados) al individuo. Pero paralelamente al curriculum explicito o formal la escuela también proporciona un curriculum oculto que condiciona el aprendizaje de los niños. Así se espera que los niños aprendan a estar callados en clase, que lleguen puntuales y que respeten las reglas de disciplina escolar. Junto a ello se les exige que acepten y respondan a la autoridad del personal docente, las expectativas de los profesores afectan a las expectativas que los niños tienen de sí mismos. Además los grupos de pares se forman a menudo en la escuela y el sistema de juntar a los niños en clases de acuerdo a la edad refuerza su impacto.
Las escuelas son medios por los que los niños pueden escapar de los aspectos restrictivos de los orígenes sociales de los que proceden. La educación de masas en las sociedades modernas está vinculada a los ideales de igualdad de oportunidades. Sin embargo, en muchas circunstancias la educación refuerza en la práctica las desigualdades existentes, en vez de superarlas.
Medios de comunicación de masas
Es el agente de socialización encaminado a la interiorización de normas, valores y culturas sin tener como objetivo principal el aprendizaje. Comprende a los diarios, semanarios, revistas, radio, televisión, películas, etc.
La televisión se ha convertido en el principal agente socializador, generador de universos simbólicos, a través de ella los niños captan las costumbres, novedades y evolución de la Sociedad. Se han llevado a cabo numerosas investigaciones tratando de analizar la influencia de determinados programas de televisión, o tipos de programas, sobre las actitudes de niños y adultos, pero no hay conclusiones claras. En la actualidad junto a la televisión, está cobrando mucha importancia como medio de comunicación de masas la red Internet.
Otros agentes de socialización
Existen tantas agencias socializadoras como grupos o contextos sociales en los que los individuos pasan gran parte de sus vidas, como el trabajo, la iglesia, el club, etc.
MÁS ALLÁ DE LA SOCIALIZACIÓN: LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD
Para saber más sobre la trascendencia de la socialización en el problema de la educación de las personas es muy interesante el estudio de la aportación hecha al tema por Pedro Berger y Tomás Luckmann en su obra “La construcción social de la realidad” (1967).
Estos autores comienzan su tesis en la afirmación de que “el hombre a diferencia de los demás mamíferos superiores, no posee ambiente específico de su especie firmemente estructurado por la organización de sus propios instintos (...) las relaciones del hombre con su ambiente se caracterizan por su apertura al mundo (...) el organismo humano es capaz de aplicar el equipo de que está dotado por su constitución interna a un campo de actividades muy amplio y que además varía y se diversifica constantemente (...) el hombre construye su propia naturaleza o, mas sencillamente se produce a sí mismo” (1984: pp. 66-69).
A partir de aquí, estos autores, analizan la permanente re-construcción social de la realidad: “los hombres producen juntos un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socio-culturales y psicológicas (...) La existencia humana se desarrolla empíricamente en un contexto de orden, dirección y estabilidad (1984: pp.72). La estabilidad del orden humano se deriva de dos planos:1. Todo desarrollo individual del organismo está precedido por un orden social dado.2. La apertura al mundo es siempre transformada por el orden social en una relativa clausura al mundo.
Así, estos autores conciben a la realidad social como un proceso dialéctico continuo de tres momentos: la externalización, la objetivación y la internalización (1984: pp.83).
En su análisis distinguen entre la Sociedad como realidad objetiva y la Sociedad como realidad subjetiva.
La Sociedad se percibe como una realidad objetiva, un mundo institucionalizado que existe antes del nacimiento del individuo y que existirá después de su muerte (1984:pp. 82). El lenguaje proporciona la superposición fundamental de la lógica al mundo social objetivado (1984: pp. 87) (...) La transmisión del significado de una institución se basa en el reconocimiento social de que aquella es una solución permanente a un problema permanente de una colectividad dada. Por lo tanto, los actores potenciales de acciones institucionalizadas deben enterarse sistemáticamente de estos significados, lo cual requiere una cierta forma de proceso educativo (1984: pp.93).
Las formaciones sociales sólo podrán transmitirse a la nueva generación si se conciben como un mundo objetivo. En las primeras fases de socialización el niño es totalmente incapaz de distinguir entre la objetividad de los fenómenos naturales y la de las formaciones sociales. Si consideramos el factor más importante de socialización, el lenguaje, vemos que para el niño aparece como inherente a la naturaleza de las cosas y no puede captar la noción de su convencionalismo. Para el niño “una cosa es como se le llama”.
Una vez que las instituciones han llegado a ser realidades divorciadas de su relevancia originaria en los problemas sociales concretos de los cuales surgieron, hay probabilidades de que se desvíen de los cursos de acción programados institucionalmente. La nueva generación plantea un problema de acatamiento y su socialización, dentro del orden institucional, lo que hace que se tengan que establecer sanciones (1984: pp.85). Un orden social sólo puede entenderse en términos del conocimiento que sus miembros tienen de él. Este conocimiento se internaliza como verdad objetivamente válida en el curso de la socialización.
La Sociedad como realidad subjetiva. “El individuo no nace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la socialidad y, luego llega a ser miembro de una sociedad” (pp.164)
El punto de partida del proceso de socialización es la internalización: la aprehensión o interpretación inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado, o sea en cuanto es una manifestación de los procesos subjetivos de otro que, en consecuencia, se vuelven subjetivamente significativos para mí. (...) constituye la base, primero, para la comprensión de los propios semejantes y, segundo, para la aprenhensión del mundo en cuanto realidad significativa y social (...) sólo cuando el individuo ha llegado a este grado de internalización puede considerársele miembro de la sociedad (1984: pp. 164-165).
Según Berger y Luckmann, socialización es el proceso por el cual se produce la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo de una sociedad o de un sector de ella (1984:pp.166).
Distinguen dos subtipos de socialización:
Socialización primaria, es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez; por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. Los contenidos específicos que se internalizan en esta socialización varían de una sociedad a otra, pero el lenguaje siempre debe internalizarse. Esta socialización comporta secuencias de aprendizaje socialmente definidas. Finaliza cuando el concepto del otro generalizado (y todo lo que esto comporta) se ha establecido en la conciencia del individuo.
Socialización secundaria es cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad. Se puede definir como la internalización de “submundos” institucionales o basados en instituciones. Supone la adquisición del conocimiento específico de roles, ello comporta la adquisición de vocabularios específicos de éstos (internalización de campos semánticos y adquisición de comprensiones tácitas). Además se aprenden los rudimentos de un aparato legitimador, acompañados con frecuencia por símbolos rituales o materiales.
La diferencia fundamental entre ambas socializaciones es que mientras que la socialización primaria no puede efectuarse sin una identificación con carga emocional del niño con sus otros significantes, la mayor parte de la socialización secundaria puede prescindir de esta clase de identificación y proceder efectivamente con la sola dosis de identificación mutua que interviene en cualquier comunicación entre los seres humanos.

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